"en Samadi encontré a un amigo que toma el teléfono a cualquier hora y que se mantiene pendiente a mi evolución médica, al igual que como lo hace su cuerpo médico que lo asiste"

Quien escribe, es un testigo fehaciente de la práctica del doctor Samadi, quien más que un médico, junto a su equipo, se convierte en un amigo de cada paciente que opera.

Sería injusto sino reconociera que Dios puso al doctor Samadi en mi camino para que salvara mi vida. Como periodista de profesión he ayudado a innumerables profesionales de la medicina que, en principio, me ayudaron cuando fui diagnosticado con un cáncer agresivo de próstata.

La ayuda de los galenos amigos fue efectiva hasta que los estudios médicos arrojaron como resultado que el cáncer se encontraba en una fase de metástasis, por lo cual era inoperable. (Una condena de muerte).

Fue la etapa más oscura de mi vida. Los amigos médicos desaparecieron y ya ni siquiera me recibían las llamadas telefónicas.

Fue entonces cuando a través de la filial del Colegio Dominicano de Periodistas en Nueva York y de un amigo juez del Tribunal Constitucional supe por primera vez del doctor  Samadi. Acudí a él y apartir de entonces todo cambió.

Se analizaron los estudios médicos y se determinó que, conforme a los resultados, la metástasis no existía sino más bien un encondroma benigno en los fémur, por lo que procedió a operarme.

Cuando lo visité por primera vez, mi PSA se encontraba en 6.71 y un mes después, cuando me operó ya estaba en 13.90, lo que evidenciaba la agresividad del cáncer. Me hizo la cirugía robótica y apenas días después, mi PSA bajó a 0.03.

Más que eso, en Samadi encontré a un amigo que toma el teléfono a cualquier hora y que se mantiene pendiente a mi evolución médica, al igual que como lo hace su cuerpo médico que lo asiste. Con cada paciente que opera, él y su cuerpo médico crean un grupo de WhatsApp, para mantenerse en contacto a cualquier hora.

Para ver el testimonio completo del paciente, puede visitar https://elnacional.com.do/cirugias-roboticas-que-salvan-vida-a-enfermos-de-cancer-prostatico/

Estimado Dr. Samadi

Mi nombre es Michael Pichardo, soy estudiante de ultimo año de la escuela de medicina en la Pontificia Universitaria Católica Madre y Maestra(PUCMM) y Maestra que actualmente esta en el internado rotando en el departamento de urología en el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez (HRUJMCB). Hijo de unos de tus pacientes llamado Marcelino Pichardo, para serle sincero ha sido una bendición para nuestras vidas en haberlo conocido, le agradezco por el buen trato que usted y su equipo le dio a mi padre. Pero como toda excelencia de médico que eres, así también usted es profesor de dicho calibre.

Aunque hemos compartido poco, son momentos de pura academia, su manera de expresarse, despertar la curiosidad de su estudiante y la estimulación del pensamiento critico. Esto me ha ayudado mucho en esta rotación que estoy cursando, por el conocimiento de base y su literatura. Si eso fuera era lo único ya seria excelente, pero a pesar de ser la autoridad que eres en su especialidad su humildad es algo que lo caracteriza a usted. Como usted nos deja fluir las ideas y señalar errores en la manera de uno mismo se de cuenta, hay que tener un grado paciencia bastante alto un don que ya usted tiene.

Independientemente de todas sus enseñanzas usted me recordó de como ser un tremendo ser humano sin importante sus estatus. Sus manierismos, la manera de que tratas sus pacientes como su propia familia es algo transcendental y digno de admirar. Por eso le voy a agradecer y siempre lo hare por ser un ejemplo de seguir en mi futura vida profesional.

Se despide cordialmente su estudiante
Michael Pichardo

Nueva York, 27 de septiembre del 2013

Estimado Dr. David B. Samadi:

Quiero agradecerle formalmente la esplendida atención recibida antes y después de la operación de próstata a la que fui sometido por Ud. en el Lenox Hill Hospital hace ya dos semanas. Su nueva técnica robótica ha sido, tal como nos lo advirtió, tan poco invasiva que me ha permitido una rápida recuperación. Sorprendentemente, antes de culminar la primera semana de realizada la cirugía, ya estaba visitando el Museo Metropolitano de Nueva York. Por ello, deseo dejar constancia por escrito del sobresaliente trabajo profesional y trato personalizado recibido en el Lenox Hill Hospital. Tanto el trato humano como el espacio fisico –una hermosa habitación con grandes ventanales-, contribuyen a la recuperación del paciente. A las pocas horas de la intervención, pacientes de distintos lugares del mundo nos ejercitábamos caminando por el pasillo del hospital, comentando que era un verdadero privilegio haber sido operados por Ud. Un canadiense, con el que coincidí, habia analizado por varios meses las alternativas técnicas y medicas que existían en Canadá, Estados Unidos y Europa para lidiar con su enfermedad. Llego a la conclusión que su técnica era la mejor. En mi caso, tuve la suerte de ser referido por el Premio Nobel de literatura del 2010, Mario Vargas Llosa, quien me informo de los nuevos procedimientos y logros realizados por usted.

Actualmente me desempeño como Director de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Creo que el valioso trabajo que Ud. viene realizando desde el Lenox Hill Hospital de Nueva York es algo que debe ser mejor conocido en el Perú e incluso en nuestros países vecinos. Una de las funciones publicas de la BNP –afines a los Objetivos del Milenio aprobados por las Naciones Unidas en el 2000- es fomentar y monitorear campanas informativas de salud publica como lo es el cáncer de próstata. Afinemos ideas y preparemos un programa para ver de que modo la BNP puede apoyarlo con la valiosa labor medica que Ud. viene realizando. Seria para nosotros un gran honor poder invitarlo a Lima en un futuro próximo a fin de convocar desde allí a los diversos hospitales de mi país –y de ser posible de países vecinos-, para organizar un conversatorio entre especialistas que puedan difundir su nueva técnica de operación de próstata. Con ello contribuiríamos a fomentar cultura y tecnología, pero también información y salud; bendiciones de la modernidad que salvan vidas humanas.

Con la mayor admiración y estima personal,

Ramon P.

Hacen poco más de un año el 22 de diciembre de 2008 fui diagnosticado con cáncer de próstata. En medio de la recepción de estas noticias traumáticas, me vi obligado a decidir sobre el tratamiento de una desconcertante variedad de opciones, de "observar y esperar ", la radiación, los ultrasonidos de alta frecuencia, la cirugía convencional y la cirugía laparoscópica. Más que todo eso, la elección anunciaba largas colas de espera, hospitales lleno de gente y la tecnología atrasada en volver hacia el sistema de salud socializado del Canadá para el tratamiento y cura.

Apenas un mes despues, me reuní con el Dr. Samadi en Nueva York por recomendación de un amigo cercano. La entrevista fue un punto de inflexión decisivo en mi suerte. La realidad era que yo no tenía otra opción en absoluto, sino una decisión clara y evidente para elegir a la cirugía robótica de uno de los oncólogos y cirujanos delanteros en todo los Estados Unidos. Y así sucedió. Ha pasado casi un año desde mi última cirugía el 23 de febrero en el Centro Médico de Mount Sinai en Nueva York - sin duda, una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. La cirugía fue un éxito y ahora continuo con los exámenes trimestrales de PSA. Volví a mi vida agitada de negocios dentro de una semana de la cirugía, me vencí de la incontinencia temporal en los primeros seis meses de la cirugía, y ahora he recuperado la función sexual normal. Mi estancia en el hospital de Mount Sinai fue una reminiscencia de la hospitalidad del hotel Four Season con el beneficio añadido de la atención médica experta.

La obligación de esta experiencia es obvia - para asegurarse de que otros hombres canadienses que luchan con el trauma del diagnóstico de próstata son conscientes de la opción de Dr. Samadi en Mount Sinaí. El flujo de pacientes de Canadá en la sala de operaciones de Samadi en Nueva York pone de manifiesto el éxito de nuestro seminario de desayuno y la entrevista televisado con el Dr. Samadi organizado en Toronto el julio pasado. Queda mucho mas que hacer.
Ian R, Toronto, Canada